Eva y Sara participan en la lectura del decálogo |
Sara junto a Ana Mª tecnico de Igualdad del CMIN |
Ayer Google nos recordó el
41 aniversario del descubrimiento de Lucy, el esqueleto más famoso del mundo.
Una hembra de apenas 1 metro de estatura es el primer hallazgo que logra explicar la relación entre los
primates y los humanos, ancestro de los Homo Sapiens. Ayer pensé mucho en Lucy
y me pregunté sobre todas las mujeres que desde ella hasta hoy han padecido el
maltrato en sus carnes.
Desde las épocas más remotas de la cultura
humana se ha manifestado siempre la subordinación de las mujeres respecto a los
hombres. Este fenómeno no se ha limitado sólo a concebir la inferioridad
femenina, sino que ha trascendido las fronteras de lo racional, hasta llegar
incluso a manifestarse mediante comportamientos agresivos, que acreditados por
el patriarcado y ratificados luego por las sociedades ulteriores, conforman la
ya histórica y universal violencia de género.
Con motivo de la
Conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer, queremos mostrar nuestro
reconocimiento al coraje y a la valentía de tantas mujeres que, día a día,
logran superar el miedo y las barreras levantadas a lo largo de los siglos de
dominación machista, para rebelarse contra su maltratador y llevarle ante la
justicia. Queremos también mostrar nuestro reconocimiento a las coordinadoras
de los planes de Igualdad entre hombres y mujeres de los tres centros
educativos de la localidad. Y nuestro agradecimiento al Centro Municipal de la
Mujer, a Ana Mª como técnico de igualdad.
Instituciones, vecinos y
vecinas, alumnado, profesorado, desde cualquier ámbito, tenemos la obligación
de luchar contra la violencia y evitar que se actúe contra la dignidad y la
seguridad de las mujeres y en consecuencia la de sus hijas e hijos.
Desde el convencimiento de
que no existen barreras ideológicas ni políticas que impidan un frente común
contra la violencia sexista, proponemos el compromiso de luchar contra todas
las manifestaciones de violencia que sufren las mujeres en esta sociedad, de
mostrar rechazo a todos aquellos que la ejercen, de promover el cambio social
mediante una posición de tolerancia cero frente al machismo, en definitiva, no
ser cómplices con el silencio.
DECÁLOGO PARA UN BUEN TRATO EN LA ESCUELA Y LA FAMILIA
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